NUESTRA HISTORIA
Jilotstone nació del sueño de la familia González de construir un espacio lleno de vida, dedicado a la conexión con la naturaleza y con los demás. A lo largo de los años, este lugar ha sido el escenario de innumerables historias y momentos compartidos, donde la tradición y el amor por los caballos han sido el eje central de nuestra identidad.
Con esfuerzo y dedicación, cada rincón de Jilotstone refleja el trabajo y el espíritu de nuestra familia. Este espacio, construido para disfrutar en familia y con amigos, ha sido testigo de días llenos de risas, cabalgatas, fogatas y experiencias únicas. Aquí, los caballos son más que animales; son compañeros que conectan a las personas con el entorno y consigo mismas, creando un refugio perfecto para escapar del ritmo acelerado de la vida cotidiana y redescubrir la esencia de compartir.
CUIDAMOS LA NATURALEZA Y A NUESTRA COMUNIDAD
En Jilotstone, nuestra prioridad es mantener un equilibrio armonioso con el entorno natural. Cada espacio ha sido diseñado con un enfoque sostenible, respetando el medio ambiente y utilizando prácticas que minimizan nuestro impacto.
Los caballos, parte esencial de nuestra identidad, son cuidados con dedicación y amor, asegurando su bienestar y felicidad. Aquí no solo preservamos la naturaleza, sino que también fomentamos un espacio donde humanos, animales y el entorno conviven en perfecta conexión.
